En algún momento de nuestra vida todos hemos sentido dolores de espalda, a veces de manera espontánea y otras veces de manera continuada. Solemos preocuparnos y buscar soluciones cuando resulta ser la segunda.
Pero, ¿somos conscientes de la importancia de prevenir y tratar el dolor de espalda a tiempo?
En primer lugar, el dolor de espalda es un síntoma que aparece cuando un tejido de nuestra columna sufre, debido a un esfuerzo, una mala postura o, simplemente, por el paso del tiempo.
Si este tejido sufre con una intensidad y durante un periodo de tiempo suficiente, es muy probable que estemos creando un síndrome degenerativo de la columna vertebral o incluso que ya exista una patología estructurada.
Por este motivo, debemos escuchar a nuestro cuerpo, porque nos habla y nos pide ayuda.
Síndromes, patologías… Tendemos a pensar que a nosotros no nos va a pasar, que los años no pasan por nosotros y que bueno, iremos saliendo del paso.
Pero la verdad es que es un problema frecuente, cada vez más. Y que si no nos preocupamos por nosotros mismos, nadie lo hará.
Debemos tener en cuenta que más del 75% de la población sufrirá dolor de espalda en algún momento de su vida, y un 15% estará en situación de baja laboral por estos problemas.
Esto supone un gasto médico anual de 24.000 millones de dólares en todo el mundo, a lo que habría que añadir las pérdidas de las empresas al tener a sus empleados en situación de baja laboral.
No obstante, y en mi opinión particular, los datos económicos no son la consecuencia más importante del dolor de espalda.
Lo más importante es la situación de invalidez a la que llegan millones de personas que empezaron sufriendo pequeños dolores de espalda que desaparecían con el descanso nocturno, dolores que iban aumentando y que ya no se aliviaban con el reposo, sino todo lo contrario, dolores que nos estaban avisando de que nuestra espalda necesitaba ayuda.
Yo no tengo una solución para el problema económico que pueda ocasionar.
No soy economista.
No es lo que me mueve.
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